¿Cumple tu PC los requisitos para instalar Windows 11 22H2?

Windows 11 22H2 está en la rampa de salida y todo indica que será la semana próxima cuando Microsoft publicará la edición de disponibilidad general. Será la versión final, estable, de la considerada como primera gran actualización del sistema y se entregará gratuitamente para actualizar equipos que cuenten con licencia válida de Windows 11. También será la versión que preinstalarán los fabricantes en los equipos nuevos que se comercializarán a partir de este otoño.

La versión final no será muy diferente de la RTM entregada a las OEM hace semanas salvo correcciones de errores y parches de seguridad. Si como muchos usuarios has seguido usando Windows 10 hasta ver si Microsoft lograba la estabilidad necesaria, añadía las funciones prometidas o mejoraba partes de la interfaz menos conseguidas (véase el menú de inicio o barra de tareas), quizá sea la hora de darle una oportunidad.

Si tienes claro que tu PC podrá ejecutar la versión solo tienes que seguir la guía que preparamos para adelantar la instalación de este Windows 11 22H2 con la RTM disponible, compilación 22621. Si no sabes si tu PC será compatible con el hardware requerido puedes darle un repaso a lo siguiente que te contamos.

Requisitos Windows 11 22H2

Los requisitos de hardware mínimos a cumplir oficialmente son los mismos que los del Windows 11 original. Se aplican tanto a máquinas físicas como virtuales y son los siguientes:

  • Procesador: CPU de 64 bits con 2 o más núcleos, incluidos en este listado.
  • Memoria RAM: 4 GB.
  • Almacenamiento: 64 GB.
  • Chip gráfico: Compatible con DirectX 12 con el controlador WDDM 2.0.
  • Firmware: UEFI compatible con la función de ‘Arranque Seguro’.
  • TPM: Módulo de plataforma segura versión 2.0.
  • Pantalla: 9 pulgadas con resolución HD.
  • Conexión a Internet para Windows 10 Home.
  • Windows 10 versión 2004 (para actualizaciones)

Necesidades de hardware detalladas:

Placa base. Uno de los requisitos mínimos de Windows 11 afecta al firmware del tu equipo, que debe ser una UEFI compatible con Arranque seguro. Si recuerdas, del Secure Boot corrieron ríos de tinta cuando hace unos años se implementó y bloqueó la instalación de sistemas Linux e incluso sistemas anteriores Windows como 7. Tiene que estar soportado en placa y activado. Aquí hay poco que hacer salvo cambiar la placa base.

TPM. El módulo de plataforma segura, es quizá el componente más polémico, aunque es todo un clásico. Muy usado (casi por defecto) en equipos empresariales, es un chip físico dedicado a tareas de seguridad, autenticación, generación de claves criptográficas y en general a mantener la integridad del sistema. La versión 2.0 exigida se introdujo en 2015 y aún no estando presente se puede instalar adicionalmente si la placa cuenta con un conector libre para ello. O activar la modalidad basada en firmware fTPM en la placa base. Puedes comprobar todo esto en el especial que le dedicamos a placas y CPU para Windows 11.

RAM y espacio en disco. Poco que decir respecto a la RAM y el almacenamiento. Cualquier equipo actual de gama media para arriba tiene instalado bastante más y realmente es necesario para obtener una experiencia mínima del sistema y las aplicaciones. Aumentar memoria y almacenamiento (sobre todo en el salto a SSD) son actualizaciones que tienen en mente cualquier usuario. La memoria RAM ha caído de precio y lo mismo podemos decir de las unidades de estado sólido básicas.

CPU. Aunque el requisito de CPU de 64 bits con 2 o más núcleos es bastante mínimo, incomprensiblemente Microsoft exige modelos determinados incluidos en este listado donde se quedan fuera procesadores de sobrada potencia para ejecutar Windows 11 22H2.

DX12. La actualización a Windows 11 también exigió un componente del que se habló menos que el TPM, pero que también dejó fuera a muchos equipos, especialmente con gráficas integradas más antiguas. El requisito mínimo en este apartado es una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 / WDDM 2.x, la versión de las librerías multimedia que Microsoft usa para controlar el sector de juegos en PC a medida que Windows monopolizó el escritorio.

Software. Si vas a usar Windows 11 para actualizar sistemas anteriores debes de hacerlo sobre Windows 10 versión 2004 o superior. El uso de las imágenes ISO sí permitirá actualizar otras versiones o realizar instalaciones limpias.

Otros requisitos recomendados. Las necesidades de pantalla son triviales porque Windows 11 pide paneles de 9 pulgadas de diagonal con resolución 720p. Otros (recomendados) van desde los sistemas de audio a webcams y micrófonos para videoconferencia; cámara IR para Windows Hello; Wi-Fi 6E para contar con lo último en conectividad inalámbrica a Internet; una SDD NVMe para DirectStorage; un módem 5G o soporte para el HDR. Son requisitos opcionales.

¿Cumple tu PC con los requisitos?

La caótica gestión inicial de Microsoft de sus propios requisitos, animó a terceros desarrolladores a publicar aplicaciones para comprobar la compatibilidad de tu equipo para Windows 11. La mejor es ‘WhyNotWin11.exe’. Gratuita, de código abierto y de uso tan sencillo como descargarla desde GitHub y ejecutarla para obtener los resultados:

También Microsoft tiene su propia aplicación. Que lanzó, retiró y de nuevo publicó. Se llama «Comprobación de estado del PC» que ha publicado Microsoft.

¿Y si tu PC no cumple con los requisitos de Windows 11 22H2?

Oficialmente no podrán instalar Windows 11. O esa es la teoría. Microsoft ha adoptado una actitud pragmática porque no puede controlar el inmenso ecosistema de Windows y, además, le interesa que la adopción del sistema (hasta ahora más baja de lo esperado) vaya subiendo.

Tal es así que la misma Microsoft autohackeó sus propios requisitos y corren por Internet todo tipo de herramientas capaces de omitir la verificación del cumplimiento de los requisitos de Windows 11. También hay disponibles versiones hackeadas de las imágenes ISO oficiales listas para instalar en casi cualquier PC. No parece que los chicos de Redmond estén preocupados por ello, si bien en su día salieron a decir que ni soportarán versiones no oficiales ni se harán responsable de ellas.

¿Y si no te interesa la nueva versión de Windows 11, al menos de momento?

Muchos usuarios retrasan las actualizaciones del sistema hasta comprobar su estabilidad. Microsoft ha mejorado tanto la distribución de las mismas como la calidad de software, pero los fallos siguen llegando sin control y aleatoriamente. Retrasar las actualizaciones sigue siendo una técnica obligada para profesionales o usuarios que destinan sus equipos a tareas de producción.

Y si estás usando Windows 10 y no quieres saltar a Windows 11, se aplica la misma técnica. Hay maneras de aplazar las actualizaciones mayores de versiones, las de calidad o las de funciones funciones sin afectar a las de seguridad que seguirán instalándose a través de los parches mensuales o los extraordinarios si fuera necesario. Recordemos que Windows 10 tendrá soporte oficial hasta octubre de 2025. Hay tiempo para la migración y si quieres probar otras cosas también alternativas a este Windows 11 cuya nueva versión estará disponible en breve plazo.

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