Netflix da un paso más hacia el fin de las cuentas compartidas

Netflix acaba de introducir una interesante mejorada con la que gestionar los usuarios y accesos al servicio, aunque prácticamente nadie la está viendo como lo es, sino como lo que sugiere, que no es otra cosa que el pronto fin de las cuentas compartidas, algo que se espera que suceda a partir del próximo año, para lo cual queda apenas un mes y medio.

La novedad que nos ocupa, sin embargo, tiene interés por sí sola, pues como se ha señalado, supone una mejora importante en lo que a la gestión de los usuarios y accesos se refiere. En concreto, la opción se encuentra en la configuración de la cuenta, en el apartado de seguridad y privacidad y se llama «Gestionar el acceso y los dispositivos«.

Netflix acaba de introducir una interesante mejorada con la que gestionar los usuarios y accesos al servicio, aunque prácticamente nadie la está viendo como lo es, sino como lo que sugiere, que no es otra cosa que el pronto fin de las cuentas compartidas, algo que se espera que suceda a partir del próximo año, para lo cual queda apenas un mes y medio.

La novedad que nos ocupa, sin embargo, tiene interés por sí sola, pues como se ha señalado, supone una mejora importante en lo que a la gestión de los usuarios y accesos se refiere. En concreto, la opción se encuentra en la configuración de la cuenta, en el apartado de seguridad y privacidad y se llama «Gestionar el acceso y los dispositivos«.

Llámala acceso y dispositivos, llámala usuarios y accesos, tanto monta. Lo importante es que es esa nueva sección se puede comprobar de un vistazo las sesiones abiertas, así como los perfiles y dispositivos que se están utilizando, la fecha y hora de último acceso, e incluso la localización aproximada y la IP de conexión.

Un auténtico centro de control simplificado en el que gestionar el acceso y dispositivos, por ser más fieles a los términos empleados por Netflix, con un extra destacado que es el que se está llevando todos los cutretitulares: un botón para cerrar la sesión de cualquier dispositivo de manera remota. Un clic y está hecho.

En ese aspecto es en el que ha estado incidiendo los medios que han cubierto la noticia: «ya puedes banear a tu ex sin cambiar la contraseña» o «todo el poder para el el que paga». Lo cierto, no obstante, es que lo único que se ha hecho es ampliar la información y simplificar la gestión, lo cual es de agradecer para al menos mantener un orden.

Hasta ahora era necesario cambiar la contraseña del servicio, algo que supuestamente solo está al alcance del propietario por estar enlazada con su cuenta de correo, para forzar a todos los dispositivos a volver a identificarse. Con este cambio se obvia dicha molestia. Pero hasta ahí.

Es decir, cualquiera que tenga la contraseña de Netflix sigue pudiendo entrar aunque cierren su sesión, por lo que esta gestión del acceso y los dispositivos es en realidad una herramienta de control, más que un seguro contra los gorrones. Lo mismo para quienes la venden como una medida contra el hackeo, porque la clave sigue estando en la contraseña, y nunca mejor dicho.

Lo que sí parece es una herramienta adicional a la transferencia del perfil que Netflix estrenó hace unas semanas. O lo que es lo mismo, una herramienta con la que allanar el hachazo a las cuentas compartidas que se viene y que habrá que ver hasta qué punto afecta al crecimiento del servicio. Presagiar, no presagia nada bueno.

Por otro lado, hace menos aún que Netflix lanzó su plan con publicidad y, a falta de datos oficiales que avalen su aceptación, todo lo que se puede leer por ahí por parte de quienes lo han probado es en tono de rechazo por lo pésimo de una experiencia en la que apenas te ahorras un par de euros.

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